La sostenibilidad está cambiando la forma en la que entendemos nuestra realidad económica, social y ambiental.
La también conocida como ‘ola verde’ protagonizada por la supply chain se está convirtiendo en la nueva normalidad. Cada vez son más las empresas que adoptan medidas RSC y, a medida que surgen más estudios, se hace difícil negar las numerosas ventajas que trae consigo esta transición.
Según la consultora McKinsey, las empresas que apuestan por la sostenibilidad, no solo mejoran sus procesos, también tienen mayores tasas de crecimiento y ayudan a crear valor.
Esta premisa también es compartida por The Economist que, en su ensayo titulado ‘Sostenibilidad: el enlace perdido’, subraya cómo este cambio permite a las empresas ahorrar dinero, evitar costes de regulación y mejorar su reputación – el respeto al medio ambiente es crítico para el 85% de los clientes -.
Teniendo en cuenta que el 90% de los impactos de las empresas en el medio ambiente provienen de sus cadenas de suministro, no resulta extraño que gran parte de los esfuerzos se enfoquen en este eslabón, haciendo más necesario que nunca el papel de las certificaciones.
Ver para creer
Inicialmente señalada como una tendencia, la sostenibilidad en el sector de la logística y el transporte ha demostrado no ser algo puntual. No se trata de un concepto de moda que en unos años vaya a desaparecer. Ha llegado para quedarse.
Muestra de ello son las empresas del IBEX 35. Más de la mitad de las compañías integrantes de este selecto grupo evalúan a sus proveedores bajo criterios ambientales y sociales. De igual modo lo hace la Administración, que prima por ley en las licitaciones de contratos públicos a los negocios no contaminantes.
Siguiendo la ley de oferta y demanda, cada vez son más las empresas que buscan ofrecer operativas verdes para satisfacer al 70% de los clientes menores de 35 años que prefieren consumir en compañías responsables, según Adecco.
Ahora bien, no es suficiente con decir que tu empresa es sostenible. Hay que demostrarlo.
¿Qué es un certificado?
Al igual que las de calidad y seguridad, las certificaciones de sostenibilidad son normas y estándares voluntarios donde se monitorizan, habitualmente por terceras partes, todos los aspectos relacionados con la seguridad ambiental, social y ética.
El objetivo está claro: demostrar el desempeño de las organizaciones, productos o servicios en áreas específicas.
Desde la elección del embalaje más responsable hasta la gestión de residuos más óptima, son muchos los aspectos en los que la cadena de suministro puede demostrar sus avances. De hecho, hasta el momento, existen alrededor de 20 certificaciones a nivel internacional relacionadas con la logística verde.
Algunas de ellas, como la Acreditación Smart Freight Center; la Smart Way de la Enviromental Protection Agency (EPA) o la Certificación Ecoports, se asocian a compromisos por construir cadenas de suministro sostenibles, por difundir buenas prácticas en el uso de los recursos naturales o por reportar las emisiones reales de GEI.
Otro grupo de certificaciones más generales pero aplicables a la industria son Global Goals, Carbon Trust o Cradle to Cradle, alineadas con los ODS planteados por la ONU.
Las certificaciones que aseguran una logística verde
Aterrizando el enfoque sobre algunas certificaciones en concreto, la logística verde tiende a asociarse con las siguientes normas:
- Certificación ISO 50001. Es la norma de gestión de la energía empresarial más extendida del mundo. Ayuda a las organizaciones a implantar una política energética y a gestionar adecuadamente todos los aspectos relacionados con esta materia.
- Certificación ISO 14064. Es la norma que permite la verificación voluntaria de la huella de carbono de las empresas.
- Certificación ISO 14001. Este estándar optimiza la gestión de recursos y residuos, reduciendo los impactos negativos y riesgos asociados a situaciones accidentales.
- Certificación EMAS. También basado en la norma ISO 14001, este sistema ayuda a las organizaciones a contribuir en el desarrollo de las economías circulares.
- Certificación Residuo Cero. Promovido en España por AENOR, el documento reconoce a aquellas organizaciones que valoran las distintas fracciones de residuos que genera.
Cada una de las anteriormente mencionadas muestran diversos prismas a través de los cuales los eslabones de la cadena de suministro pueden certificar que sus operaciones están encaminadas a ser parte de la logística verde. No obstante, estas no son las únicas formas de acreditar el compromiso corporativo con el medioambiente.
Ejemplo de ello es la iniciativa Lean & Green. Liderada en España por AECOC, esta plataforma, que en 2021 premió el plan de acción sostenible de In Side Logistics, comenzó como una iniciativa internacional para ayudar a las empresas de todos los sectores a minimizar sus emisiones de gases de efecto invernadero provenientes de las actividades logísticas.
El objetivo final de este proyecto es alcanzar a tiempo los objetivos marcados en la Cumbre del Clima en París (COP21) de emisiones neutras de carbono para el 2050.
En conjunto, son muchas las formas de acreditar el compromiso de la cadena de suministro por un futuro más sostenible y por tanto, son múltiples las maneras en las que la logística puede aportar su granito de arena por un futuro por y para todos.