¿Cómo afectan las vacaciones a la logística y la distribución?

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Durante un periodo vacacional como la Navidad, en el que el volumen de ventas y actividad aumenta de manera significativa, muchos clientes esperan que el nivel del servicio sea el mismo que durante el resto del año. La comparadora de envíos de paquetería Packlink, en su último estudio, destaca que la mitad de los españoles (52%) espera que sus pedidos online lleguen en menos de dos días durante estas fechas festivas. Sin embargo, satisfacer estas expectativas supone un gran reto para los agentes implicados en el proceso logístico, pues todos ellos deben encontrar soluciones para efectuar las entregas en el menor tiempo posible y de forma exitosa.

Ante un escenario de aumento de los precios de la energía y los combustibles, las empresas logísticas deben buscar soluciones para mantenerse competitivas en el mercado, reducir los costes de sus operaciones y optimizar las rutas de transporte.

Alta demanda previa a los periodos vacacionales

En temporadas como los periodos vacacionales, donde encontramos la celebración de múltiples efemérides, el aumento de compras genera una presión adicional para las cadenas de suministro. En este contexto, la planificación efectiva surge como solución para evitar posibles agotamientos de existencias o retrasos en la entrega.

Muchas organizaciones ya tienen claro cuándo empieza el periodo de alta demanda de sus productos, por lo que son capaces de gestionar sus niveles de stock con anticipación, asegurando unos niveles óptimos para estas temporadas.

Como consecuencia, los precios de los envíos aumentan significativamente, siendo un problema reflejado en el actual coste del transporte de mercancías. En este sentido es recomendable anticiparse, teniendo presente la predicción de la demanda –gracias a los softwares de gestión de almacenes (SGA)que lo permiten–, y prestando atención a cómo este periodo afecta a la logística nacional e internacional para las exportaciones.

Servicios mínimos en la distribución

Si por un lado tenemos industrias donde la demanda se dispara durante las vacaciones, por el otro encontramos sectores más industriales enfocados al B2B, como algunas fábricas, en las que la actividad se puede llegar a reducir a servicios mínimos, operando con menos personal activo.

Dentro de los servicios mínimos con los que debe contar una empresa en periodos de baja actividad se incluye una preparación menor de pedidos y una reducción de envíos diarios, garantizando siempre su funcionamiento y la satisfacción del servicio al cliente. Para ello, la comunicación debe ser fluida, informándole especialmente de los tiempos estimados de entrega, sobre todo si serán más largos de lo habitual.

Problemas de entregas con la última milla

Gran parte de los españoles ha viajado durante estas pasadas vacaciones de Navidad, y otros muchos tienen pensado hacerlo en verano, por lo que habrá un incremento del tiempo que los consumidores pasan fuera de su domicilio, un dilema permanente para las mensajerías.

Uno de los grandes problemas de la última milla es la elevada incidencia en la entrega de pedidos. Una mensajería confirma que casi el 90% de los envíos sin éxito se debe a la ausencia del destinatario u otra persona que pueda recoger el paquete, hecho que se traduce en un aumento de gastos y emisiones en la logística inversa.

Como solución se deben proponer varias opciones de envío al consumidor: taquillas inteligentes, puntos de recogida u otros operadores logísticos con mayor flexibilidad. Herramientas como un software de gestión de transporte (TMS) puede ser de gran ayuda para gestionarlo.

De la misma manera, el propio comprador puede ser el que proponga soluciones al operador, por ejemplo, facilitar la dirección de algún vecino de confianza para recoger el pedido.

Cuidado del medio ambiente, también en vacaciones

A medida que la conciencia ambiental crece entre los consumidores, cada vez son más los que valoran que las empresas apuesten por prácticas sostenibles para mitigar el impacto de sus operaciones en el entorno. Abordar los problemas como la gestión de residuos, la eficiencia energética en el transporte y el embalaje sostenible no solo cumple con las expectativas de los clientes, sino que genera una imagen muy positiva de la marca.

Actualmente, la logística y la distribución no descansan durante las vacaciones. En este periodo muchas industrias ven incrementadas sus operaciones, mientras que otros sectores reducen su actividad hasta los servicios mínimos.

En esta época tan irregular, es esencial poder llevar un control efectivo sobre la supply chain. Para hacerlo resulta crucial que se mantenga una buena comunicación con el consumidor, se preserve el nivel de stock y se cuente con personal cubriendo los puestos acordes a la demanda.

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