En la actualidad, según los datos oficiales presentados por la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Transporte (UNCTAD), más del 90% del comercio mundial se transporta por vía marítima.
Por desgracia, este método de transporte genera cerca del 13% de las emisiones anuales de óxido de nitrógeno y cerca del 12% de las de óxido de azufre, lo que hace que contamine miles de veces más que el terrestre.
Estos datos demuestran, una vez más, que tanto las empresas privadas como las administraciones públicas deben poner en un primer plano el cambio climático y tomar todas las medidas necesarias para fomentar la sostenibilidad del sector.
De hecho, las consecuencias negativas del cambio climático están llevando a los gobiernos a tomar acciones inmediatas para lograr no llegar a un punto de no retorno. El pasado 28 de septiembre, por ejemplo, se celebró el Día Marítimo Mundial, que este año conmemoró el 50º aniversario del Convenio Internacional para Prevenir la Contaminación por los Buques.
Dicho convenio, impulsado por la Organización de las Naciones Unidas, tiene el principal objetivo de reducir las fuentes contaminantes de barcos en el medio marino, tanto por causas operativas como accidentales.
¿Qué es la economía azul y cómo está impactando en el sector?
En los últimos años, los sectores de actividad que desarrollan su actividad en océanos, mares y costas, tales como empresas de transporte o empresas turísticas, han incrementado su inversión en prácticas sostenibles con el objetivo de reducir el impacto medioambiental que puede producirse como consecuencia de su presencia en las zonas azules del planeta.
A raíz de la publicación del libro “The Blue Economy”, escrito por el economista Gunter Pauli, se popularizó el término “economía azul”, que, básicamente, lo que hace es proponer formas sostenibles de trabajar.
Esto ha servido de guía a muchas empresas del sector de la logística y el transporte, ya que ha permitido adoptar nuevos procesos de producción que vayan alineados con las necesidades de la naturaleza y que permitan utilizar recursos ya existentes o que su producción no tenga un impacto negativo en los mares y océanos.
La Economía Azul, según explica el Gobierno en su portal web, tiene su fundamento en la Estrategia Europa 2020, “que se basa en el crecimiento inteligente, sostenible e integrador como manera de superar las deficiencias estructurales de la economía europea, para mejorar su competitividad y sustentar una economía social de mercado sostenible, siendo uno de sus objetivos el fomento de la Investigación y desarrollo tecnológico (I+D)”.
Gracias a esto, la Economía Azul se introdujo desde una perspectiva innovadora para generar fuentes de crecimiento y empleo. “Con la importancia de un enfoque integrado en las cuestiones marítimas para mejorar la capacidad de Europa en el uso sostenible de los océanos, mares y costas”.
¿La economía azul es lo mismo que la economía verde?
No debe confundirse el término economía azul con la economía verde, ya que aunque tienen aspectos en común, en realidad no son lo mismo. La principal diferencia que ayuda a entender en qué se diferencian ambos conceptos, es que mientras la economía verde implica una mayor inversión por parte de las empresas y que, en conscuencia, se repercute en el cliente final, la economía azul hace referencia al aprovechamiento de los recursos disponibles sin que los costes aumenten.
Según explica el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, la Economía Azul abarca todas las actividades económicas que dependen del mar. “Los diferentes sectores que componen la Economía Azul son interdependientes (pesca, biotecnología acuícola y marina, turismo, navegación y transporte marítimo, entre otros), ya que se basan en competencias comunes y en infraestructuras compartidas (como puertos, redes de logística y distribución eléctrica) y en la utilización sostenible de los recursos marinos”.
¿Qué es el Crecimiento Azul y por qué debemos estar atentos a este término?
Una vez entendida qué es la economía azul, cuál es su orgien y qué objetivo tiene, es necesario entender un concepto que cada vez está más en boca de todos y al que las empresas que desarrollan su actividad en el sector de la logística y el transporte marítimo están prestando cada vez más interés: el Crecimiento Azul.
“El Crecimiento Azul es una estrategia a largo plazo de apoyo al crecimiento sostenible de los sectores marino y marítimo que reconoce la importancia de los mares y océanos como motores de la economía europea por su gran potencial para la innovación y el crecimiento”, explica el Ministerio de Agricultura en su portal web.
Tal es la importancia que tiene este término que el Ministerio de Transporte, Pesca y Alimentación, a través de la Secretaría General de Pesca, pone a disposición del sector un servicio de información y formación con las novedades relativas al mismo, así como convocatorias de ayudas para la financiación de proyectos relativos al Crecimiento Azul. Un hecho más que ratifica la necesidad de que las empresas de transporte y logística trabajen en línea con la sostenibilidad.
Pero… ¿cuál es la diferencia entre Economía Azul y Crecimiento Azul?
Aunque todavía muchas personas y organizaciones confunden ambos conceptos y piensan que se trata de lo mismo, no se debe pensar que son sinónimos. Y es que el crecimiento azul es el método que permite llegar a la economía azul, pero no son lo mismo.
Según explica el estudio “El Crecimiento Azul como aplicación de la Economía Azul: estudios e implementaciones”, elaborado por la Universidad Politécnica de Cartegena, “podemos decir que la Economía Azul es la suma de las actividades relacionadas con la costa, el mar y los océanos”, mientras que el Crecimiento Azul, según la propia Comisión Europea, se define como “un inteligente y sostenible crecimiento a partir de los océanos, mares y costas”.
Teniendo en cuenta estas referencias, para evitar que se confundan ambos conceptos, y según especifica el estudio, se debe entender que “la Economía Azul es algo más que la suma de las actividades económicas, ya que éstas tienen que dirigirse hacia un uso más sostenible de los recursos oceánicos y a un crecimiento de la sociedad en su totalidad. Por su parte, el Crecimiento Azul resume todas aquellas iniciativas y proyectos que se están llevando a cabo para que se alcance este modelo económico”.