El progreso va ligado al futuro, y es que esa revolución tecnológica de la que todo el mundo hablaba ha acabado derivando en un cambio completo en el modelo de gestionar negocios. En unos pocos años se ha pasado de las tiendas físicas al comercio electrónico. ¿Qué ha supuesto este cambio? La necesidad de estar alerta al cambio, y saber que el futuro puede ser tan impredecible como el presente.
Por eso, ante este escenario hay que tratar de conocer de la manera más exacta posible una única cuestión, hacia dónde ha el futuro de la logística y distribución.
Este sector está viviendo un crecimiento anual de un 4,4%, lo que supone que uno de los retos futuros continuará siendo la adaptación a al alta de manda que está afrontando en la actualidad el sector. Según datos publicados en el periódico El País, la actividad ha movido a nivel mundial más de 16.000 millones de euros el pasado año, lo que genera unas expectativas de alcanzar los 19.000 en el próximo 2026. El progreso por tanto de el sector se ve que no sólo va en aumento, sino que lo hace a una velocidad imparable.
Pese a que cuestiones como la situación geopolítica y económica que se vive en las distintas áreas del mundo pueden afectar de manera directa al impulso final de la logística, la realidad es que las expectativas de futuro de la logística están marcadas.
¿Qué impulsa el cambio?
Antes de plantearnos la futura evolución del sector debemos aprender sobre cómo hemos llegado al punto en el que nos encontramos en la actualidad. Para comenzar por tanto hay que poder un foco en las cuestiones que ha impulsado el cambio en los modelos logísticos entre los que podemos encontrar la diversidad en los modelos de compra y el crecimiento de exigencias tanto de las personas consumidoras como de organizaciones, que afectan de manera directa al modelo en el que la actividad logística está planteada.
Poder tener varias opciones para poder comprar, ya sea en tienda o de manera online; pagando a través de distintas plataformas; recogiéndolo en una ubicación decidida… todo ello apunta a que la logística se está adaptando a una única cuestión: las exigencias de la ciudadanía, las cuales aumentan cada vez más.
Ante este escenario, en el que las necesidades de las personas continúan yendo en aumento y por tanto, el cambio en la gestión logística sigue presente, surgen nuevas herramientas que marcarán el camino del futuro del sector.
1. La tecnología
Lo beneficioso que resulta poder contar con las ventajas que ofrecen las nuevas tecnologías aplicadas a la logística está haciendo que cada vez sean más las empresas que la incorporan a sus operaciones. En la actualidad su presencia no tiene un gran peso debido a factores como la alta inversión económica que supone, pero las ventajas que otorga la hacen ser un elemento clave en el futuro de la logística.
Las posibilidades que ofrece, que pasan desde la gestión de datos a la simulación de escenarios y perfeccionamiento de operaciones, permitirá en un futuro poder abordar todos los inconvenientes que se le presenten al mundo logístico.
2. Externalización logística
La externalización de las distintas fases de la cadena de suministro es una tendencia en alza. Con el aumento de presencia de comercios de manera online contar con un servicio propio de distribución y almacenamiento puede suponer altos costes económicos. La externalización tanto de los almacenes como del servicio de transporte se prevé que sea una realidad cada vez más presente en el sector.
Por un lado, beneficia tanto a la persona contratante – se ahorra gastos logísticos – como para la empresa contratada – cuenta ya con una infraestructura preparada y adaptada a cada sujeto -. Por otra parte, de cara a la persona usuaria final se logra ofrecer un servicio perfeccionado, con unos gastos de envío inferiores a los que serían si no se externaliza este servicio.
En un futuro la aplicación de Inteligencia Artificial – IA -, gemelos digitales o un sinfín de herramientas posibles será necesario de cara a abordar la alta carga de demanda. Para que todas las empresas no se vean forzadas a dar un paso que puede que en ese momento no se puedan permitir, la externalización logística surgirá como solución asequible.
3. Formación
Es cada vez más visible la necesidad de adaptar la formación logística a la nueva realidad que se está incorporando, basada en análisis de datos, supervisión de herramientas tecnológicas, etc. Es en este escenario donde se debe centrar el nuevo modelo educativo que necesitará la plantilla logística del futuro.
Si en la actualidad ya se están abordando desafíos ante la falta de talento del sector, poder adelantarnos al error debe ser uno de los objetivos más presentes.
Estos son sólo algunos de los ejes por los que el futuro y la evolución de la logística pasará.
