El transporte de mercancías por carretera continúa siendo un desafío ambiental urgente.
A pesar de los avances en tecnología y conciencia ecológica, la transición hacia propulsiones alternativas, como los vehículos eléctricos, está siendo más lenta de lo esperado.
En este contexto, el HVO emerge como una posible solución transitoria para reducir las emisiones nocivas. Sin embargo, ¿realmente es la respuesta que necesitamos para aliviar la carga ambiental del transporte de mercancías a corto plazo?
¿Qué es el HVO?
El HVO, también conocido como Aceite Vegetal Hidrotratado, ofrece una reducción de CO2 significativa, estimada entre un 70 y un 90 por ciento en comparación con el diésel convencional.
Este biocombustible se produce a partir de aceites y grasas vegetales, tales como residuos de matadero, algas o grasas de cocina usadas, que luego son purificados mediante hidrógeno para convertirse en combustibles parafinados.
Lo más destacable es que es compatible con los motores diésel existentes, lo que simplifica enormemente su adopción sin necesidad de una infraestructura costosa y complicada.
¿Cómo se está implementando el HVO en el transporte de mercancías?
La reciente aprobación de la venta de HVO en las gasolineras alemanas refleja un impulso hacia combustibles más limpios y sostenibles.
Esta decisión se basa en su compatibilidad con los motores diésel actuales, lo que evita la necesidad de transformar las flotas de camiones, una preocupación importante para las empresas de transporte.
Al reconocer su capacidad para reducir las emisiones, Alemania está dando un paso significativo hacia un futuro más sostenible en el transporte de mercancías. Sin embargo, en países como España, el marco regulatorio aún no reconoce explícitamente al HVO, lo que limita su adopción y deja a los transportistas sin incentivos claros para hacer el cambio.
Los 4 pros del HVO en la cadena de suministro
El uso del HVO en el transporte de mercancías presenta una serie de ventajas significativas que pueden impactar positivamente en la sostenibilidad ambiental y la eficiencia operativa.
- Reducción significativa de CO2: contribuye de manera efectiva a la mitigación del cambio climático y la mejora de la calidad del aire.
- Compatibilidad con motores diésel existentes: facilita su adopción por parte de las empresas de transporte sin necesidad de invertir en nuevas flotas.
- Producción a partir de residuos: reduce la dependencia de los combustibles fósiles y fomenta el uso de recursos renovables y sostenibles.
- Versatilidad de aplicaciones: incluyendo vehículos de larga distancia, camiones de reparto y maquinaria pesada, este combustible resulta adecuado para diversas necesidades y sectores.
Los 4 desafíos que afronta el HVO
Sin embargo, a pesar de sus beneficios potenciales, el uso del HVO en el transporte de mercancías también enfrenta una serie de desafíos y limitaciones.
- Desafíos regulatorios y fiscales: en algunos países, como España, el HVO se enfrenta a obstáculos regulatorios y fiscales, lo que dificulta su adopción masiva y limita su competitividad frente al diésel convencional.
- Disponibilidad y acceso limitado: aunque su uso está en aumento, la disponibilidad de HVO en las gasolineras y estaciones de servicio puede ser limitada en algunas regiones.
- Coste inicial: a pesar de su potencial para reducir costes operativos a largo plazo debido a la mayor eficiencia y menor mantenimiento de los motores diésel, el HVO puede tener un coste inicial más alto.
- Necesidad de infraestructura de suministro: aunque es compatible con los motores diésel existentes, la adopción generalizada del HVO requeriría una infraestructura de suministro adecuada, incluyendo almacenamiento, transporte y distribución.
¿Es la mejor alternativa sostenible para el sector?
La política de incentivos en España se centra actualmente en la movilidad eléctrica, dejando de lado opciones como el HVO.
Sin embargo, la neutralidad tecnológica sugiere que todas las opciones deberían ser consideradas y promovidas de manera equitativa. El HVO podría ser especialmente relevante para el transporte de larga distancia, donde la electromovilidad aún no es una solución viable debido a las limitaciones de autonomía y la falta de infraestructura de carga adecuada.
El futuro del HVO en la industria
A pesar de los desafíos actuales, el HVO tiene el potencial de contribuir significativamente a la reducción de emisiones en el transporte de mercancías a corto y medio plazo. Por ello, su adopción puede ser clave mientras se desarrollan tecnologías más avanzadas y se superan los obstáculos regulatorios y fiscales.
Sin duda, esta alternativa representa una oportunidad prometedora para impulsar la sostenibilidad en el transporte de mercancías.
Aunque afronta desafíos regulatorios y fiscales, su capacidad para reducir las emisiones y su compatibilidad con los motores diésel existentes lo convierten en una opción viable y relevante para las empresas de transporte que buscan reducir su impacto ambiental.
No obstante, resulta crucial que los gobiernos y las empresas trabajen juntos para superar los obstáculos y promover activamente el uso del HVO como parte de una estrategia integral para un futuro más limpio y sostenible en el transporte de mercancías.