El logístico es uno de los sectores más importantes en términos de generación de empleo. Millones de personas trabajan día a día en cada uno de los eslabones que mantienen fuerte a la cadena de suministro. Sin embargo, ser percibido como un sector empleador sigue siendo nuestro talón de Aquiles.
En el caso de España, nuestra actividad ya representa el 10% del PIB y genera el 10,5% de los empleos en el país. Casi un millón de personas desempeñan su labor diaria en operativas, almacenes, vehículos e infraestructuras que mantienen el tejido económico activo.
Los avances tecnológicos, el peso de este sector y su papel estratégico llevarían a pensar que cada una de las vacantes que se publican en esta actividad genera un gran interés, pero la realidad es muy distinta.
La escasez crónica de talento, y las dificultades planteadas a la hora de retenerlo, nos lleva a preguntarnos: ¿es posible mejorar nuestra marca como generadores de empleo?
¿De qué punto partimos?
Aterrizamos esta problemática global en el particular caso de España. Partimos de un sistema económico en el que más de 3 millones de personas se encuentran paradas. Es decir, el 12,8% de los españoles y cerca del 30% de los menores de 25 años no encuentran trabajo.
Esto hace especialmente llamativo que nuestro sector acuse la falta de talento.
Si bien en los últimos tiempos se ha puesto el foco en la falta de conductores, la realidad es que tanto logística como transporte comienzan a notar sus efectos.
La escasez de personal ya acumula el 20% del total de las vacantes actuales que no son cubiertas en España. En concreto, según datos de Adecco, en España existen unos 110.000 puestos de trabajo que cuesta cubrir, de los cuales 20.000 corresponden al sector del transporte y la logística.
¿Cuáles son los motivos por los que estas plazas no son cubiertas?
Posiblemente no se trata de un solo motivo, aunque pueden enumerarse diferentes factores que, directa o indirectamente, funcionan como pilares de esta situación.
- Escasez de habilidades. Ya en 2020 la Comisión Europea, a través del informe de Competencias y Empleo en la Logística, pronosticaba la escasez de 150.000 trabajadores calificados. Esto sugiere que no se está atrayendo a suficientes perfiles talentosos y motivados.
- Falta de interés entre las nuevas generaciones. El 43% de los jóvenes no consideraría una carrera en logística y transporte. La falta de interés puede ser problemática a medio plazo, ya que el sector no puede garantizar el relevo generacional que asegura su supervivencia.
- Percepción negativa del sector. Ya en 2019, el 60% de los encuestados creía que la logística era una industria poco atractiva. La percepción negativa del sector puede ser un obstáculo para atraer a nuevos trabajadores y para retener a los actuales.
- Altas tasas de rotación laboral. Para casi seis de cada 10 empresas del sector (un 57%) la rotación no supera la media sectorial del 6%. En el otro extremo, para el 10% la rotación es obviamente un reto ya que supera un 10% anual. La alta rotación puede transmitir inestabilidad y desconfianza a los trabajadores, repercutiendo en una falta de interés por estos puestos.
¿Cómo podemos mejorar nuestra imagen de marca como sector empleador?
Al igual que sucede con los motivos, son muchos los prismas a través de los cuales se puede afrontar el reto de transformar la imagen de nuestro sector hacia una actividad atractiva para el talento.
Entre ellos, podemos destacar:
- Promoción de la formación y el desarrollo de habilidades. Las empresas pueden hacer frente a la escasez de habilidades con oportunidades de formación y desarrollo de habilidades a sus empleados. Esto puede incluir programas de capacitación en línea o presenciales, cursos universitarios o técnicos y programas de aprendizaje en el trabajo. También pueden considerar ofrecer programas de certificación para demostrar las habilidades de los trabajadores.
- Fomento de la diversidad e inclusión. Ambos valores son importantes para cualquier sector, y el sector logístico no es una excepción. Las empresas pueden implementar políticas y prácticas que fomenten la diversidad y la inclusión en el lugar de trabajo. Esto puede incluir la contratación de personas de diferentes orígenes, géneros y habilidades, y la creación de un ambiente laboral inclusivo.
- Mejora de las condiciones de trabajo. El sector logístico puede ser exigente y desafiante, pero las empresas pueden hacer esfuerzos para mejorar las condiciones de trabajo de sus empleados. Esto puede incluir horarios de trabajo más flexibles, paquetes de beneficios y compensación competitivos, y un ambiente laboral seguro y saludable.
- Promoción de la innovación y la tecnología. El sector logístico está evolucionando rápidamente con el avance de la tecnología. Con ella, las compañías pueden fomentar la creatividad y la innovación en el lugar de trabajo, lo que puede atraer a personas interesadas en las últimas tendencias tecnológicas.
- Transmisión de la importancia de la industria. Es esencial comunicar el peso del sector logístico en la economía mundial y el impacto que tiene en la vida cotidiana de las personas. Al resaltar la importancia de la logística en la sociedad, se puede atraer a más personas a trabajar en él.
En suma, cada uno de estos puntos de vista pueden mejorar la imagen de nuestro sector como actividad empleadora. Todos ellos, si bien distintos, tienen un elemento común: proceden de las empresas. En ellas está la posibilidad de transformar, no solo la realidad que les rodea, también la que les conforma. Solo así, asumiendo el cambio como propio, el sector podrá avanzar hacia un futuro repleto de talento y, como no, logística.